Al trabajar con Conciencia Celular utilizo una meta para enfocar la energía en lo que la persona consultante necesita resolver o lograr en el aquí y ahora.
La meta tiene la virtud de seleccionar de entre toda la información disponible en el universo, aquella que nos permite acercar más eficientemente a la persona a lograr sus objetivos.
Es importante que las metas sean lo suficientemente generales como para que la sanación sea lo más abarcativa posible.
Esto es porque generalmente, cuando una persona tiene un bloqueo en algún área de su vida, es bastante probable que ese bloqueo esté presente en más de un ámbito de su experiencia, por lo tanto no queremos ser tan específicos como para circunscribirnos a sólo el área que el consultante registra.
Algunos ejemplos de metas podrían ser:
Vivo con plenitud
Me acepto y me amo.
Estoy libre de miedos y de angustia.
Me libero del molde familiar que limita mi crecimiento
Armonizo mis relaciones
Abro mi corazón y me relaciono desde el Amor profundo.
Soy mi prioridad
Vivo con entusiasmo, creatividad y amor
Es notable como en personas que tienen conciencia de estar trabadas en un tema en el que no logran avanzar, cuando comenzamos a hacer preguntas a la Conciencia Celular aparecen patrones ancestrales muy profundos que es necesario liberar para que pueda salir adelante.
Por ejemplo en un caso donde la meta era SOY SALUD.
Fue necesario trabajar con:
Una tataratataraabuela por línea materna (5 generaciones)
Una tatarabuela por línea materna (4 generaciones)
Una bisabuela también por línea materna (3 generaciones)
Un bisabuelo por línea paterna (3 generaciones)
Se trabaja individualmente con cada uno de estos ancestros pidiendo la información de qué necesita resolver y cómo podemos ayudar en cada caso.
Una vez destrabado todo este bagaje, la persona podrá tal vez volver a enfermarse como cualquiera, expresando temas de su vida actual, pero su recuperación será ahora mucho más rápida porque ya no lleva encima toda la carga no resuelta de sus ancestros con respecto al tema salud. Al mismo tiempo se habrá beneficiado a toda la familia porque esas energías no resueltas han sido equilibradas.
Siempre que haya un tema no resuelto, no hablado, no reconocido, no aceptado en alguna generación encontraremos una energía asociada a ese tema que busca resolución. Si no la encuentra durante el lapso de vida en que se ha producido, seguirá haciéndose presente en otras generaciones o en otras vidas buscando resolución. Lo hará provocando reiterados eventos en la vida de la persona que recibe esa “carga o herencia”, similares a los eventos que la originaron, sólo que cada vez más intensos hasta que puedan ser equilibrados.
Recuerdo un caso en que aparecía el abuelo materno a la edad de 14 años. Su doloroso conflicto era el tener que dejar los estudios para trabajar y no tenía opción.
Al comentar esto con el paciente, se impacta y dice: ¡Ahora entiendo…!
Relata entonces que cuando tenía 14 años su madre se enfermó y la familia de su madre insistía fuertemente en que él debía dejar la escuela para atenderla. Él no entendía la insistencia porque sentía que podía hacer las dos cosas.
Al continuar con sus estudios limpió la parte repetitiva del patrón originado en su abuelo, pero faltaba limpiar la desesperanza del abuelo que habitaba en él sin causa aparente. Por supuesto lo hicimos.
A veces las personas llevan culpas y sentimientos de no merecer, se boicotean o tienen pocas ganas de vivir, sin una causa comprensible en la vida actual.
En estos casos pueden estar actuando temas de algún ancestro, pero otras veces nos encontramos con temas de vidas pasadas. He encontrado varios casos de personas que fueron monjas por imposición de sus familias.
Algunas vivieron vidas de mucho dolor, de mucha soledad, otras se dejaron morir. Esto termina dejando un patrón de culpa por un lado (por no complacer a Dios o a sus familias, por haber desperdiciado su vida…..) y de falta de entusiasmo por la vida por el otro (sentimiento de no tener derecho a ser feliz)
Al limpiarse estos patrones las personas sienten un enorme alivio como si una pesada carga les hubiese sido retirada.
Algunas veces, sobre todo con temas de desvalorización, sumisión o falta de asertividad podemos encontrarnos por ejemplo con algún ancestro indígena que fue muy maltratado.
No siempre encontramos sentido o logramos relacionar los episodios que surgen para ser limpiados con nuestra vida actual.
No es importante, porque lo que nos importa es fundamentalmente alivianar la carga que le está pesando tanto a la persona consultante, que la frena en varios aspectos de su vida.
La información nos sirve para comprender algunos mecanismos que nos influyen, sólo eso. Las anécdotas no son lo fundamental, la liberación de las cargas sí lo es.
Mientras menos cargas, más libertad para vivir en plenitud.
Mientras menos cargas, más libertad para elegir la vida que uno quiere.
Patricia Sahade